Las cocinas de leña, económicas y también conocidas como bilbaínas, están directamente relacionadas con la leña, el calor de hogar y el cocinado de alimentos. Estas surgieron a principios del siglo XVII cuando a un inventor se le ocurrió cerrar el fuego que se hacía en las chimeneas de entonces con unos ladrillos y poniendo una placa de acero en la parte superior. Así, el cocinado en las chimeneas de leña era más cómodo ya que había un soporte para poner las cazuelas sobre el fuego. No solo eso, al permanecer la chimenea cerrada el ahorro de leña era considerable y es por eso por lo que se les comenzó a llamar cocinas económicas. Una vez creada la cocina de leña, solo quedaba mejorarla. A principios del siglo XIX otra persona decidió diseñar una chimenea económica de fundición para repartir el calor de forma homogénea acercándose más al prototipo de cocina de leña actual. En esa época había muchas casas a las que no había llegado todavía la electricidad o el gas y la leña era junto con el carbón el combustible más utilizado. Así, las cocinas de leña fueron un gran avance para la época ya que facilitaba el calentado del hogar y los cocinados. Los tiempos siguieron cambiando y adaptándose a las necesidades de cada momento las cocinas de leña no han dejado de actualizarse. Actualmente existen cocinas de leña con vitrocerámica y con modernos diseños para que se puedan adaptar al estilo de cualquier hogar. Hoy, son un elemento de decoración y confort y se pueden ver cada vez en más hogares fuera del entorno rural.